Los atuendos para conciertos son más audaces y brillantes que nunca —pero los fans no quieren promover la moda rápida
Cuando Taylor Swift anunció The Eras Tour en otoño del año pasado, miles de fans devotos comenzaron a trabajar ansiosos en planes de viaje y estrategias de compra de boletos.
Sin embargo, Rosy Vega, una Swiftie de 23 años de Biloxi, Mississippi, estaba pensando en otra cosa: “¿Qué me voy a poner?”
Vega, que se describe a sí misma como “fan de la música pop femenina”, no es ajena a los tours gigantescos de estadios como el de Swift, donde los aficionados unen moda y música a gran escala.
“Tuve la suerte de ir a tres de los espectáculos Love On Tour de Harry Styles”, contó Vega a Insider. “La gente siempre se felicitaba por los atuendos de los demás, y era increíble. Pero demasiadas veces escuchaba a la gente decir: ‘Oh, lo compre en Shein’ u otros lugares así, y en secreto me estremecía”.
Entonces, en el momento en que Vega consiguió boletos para The Eras Tour, cambió su enfoque para planificar un atuendo digno tanto de un evento cultural a gran escala como del medio ambiente.
Cuando lo hizo, se unió a muchos otros fans de la música que están decididos a evitar que los espectáculos en vivo se conviertan en pesadillas de la moda rápida, incluso si tienen que hacerlo con un atuendo a la vez.
¿Cuándo se volvieron tan extraordinarios los atuendos para los concierto?
La empresa de investigación Censuswide, con sede en Londres, descubrió en un estudio de 2019 que los asistentes a conciertos británicos usaron alrededor de 7.5 millones de atuendos solo una vez para eventos musicales. También gastaron aproximadamente 307 millones de dólares (mdd) en esas prendas.
Insider informó en 2022 que se crean más de 100,000 millones de prendas de vestir cada año, mientras que alrededor de 101 millones de toneladas de ropa se envían a los vertederos en un año.
Entonces, ¿cómo pasó esto? Antes de que existiera The Eras Tour o el Renaissance Run de Beyoncé, existieron Coachella y Burning Man.
Los expertos dijeron a Insider que los atuendos llamativos en esos festivales del desierto influyeron rápida y masivamente en la cultura de los conciertos, especialmente en la última década.
“Se convirtió en la idea de usar un atuendo increíble todos los días de Coachella”, dijo a Insider Erin Wallace, vicepresidenta de marketing del minorista de moda de segunda mano ThredUp.
“Y ahora también etiquetas la marca en las redes sociales”, añadió.
A medida que la moda de los festivales aumentó en popularidad, los influencers, las celebridades y las marcas de moda rápida tomaron nota.
Vanessa Hudgens pasó de ser una estrella de Disney Channel a la reina no oficial de la moda de Coachella. Y los influencers de belleza —como James Charles— se han convertido en el centro de atención, tomándose breves descansos de la creación de contenido centrado en el maquillaje para asistir al evento y usar atuendos atrevidos.
Luego están las marcas de moda.
El minorista de ropa Revolve se hizo conocido por albergar influencers en una fiesta solo por invitación cada año en Coachella. Shein se asoció recientemente con Stagecoach en una sección seleccionada de su sitio web que anuncia ropa económica que los espectadores pueden usar.
Por otro lado, marcas como Cider han etiquetado diferentes artículos de ropa con los nombres de celebridades como Swift. El objetivo es que los compradores puedan encontrar fácilmente atuendos para conciertos y piezas diseñadas para parecerse a algo que el artista ha usado.
Fue la fusión de ese tipo de marketing y la economía cambiante de la moda lo que hizo que la tendencia se generalizara, explicó Elizabeth L. Cline, investigadora, educadora y escritora que se enfoca en la moda sostenible y ética.
“La moda rápida pasó de ser barata a muy barata, y se volvió muy fluida”, dijo a Insider. “Es realmente una combinación de precios extremadamente bajos, la conveniencia y el anonimato de comprar cosas en línea y la presión. Sin embargo, también la comunidad, en las redes sociales, porque ahora se espera que participes en eso”.
Para muchos fans de la música, Love On Tour de Harry Styles fue el primer espectáculo itinerante que les dio esa oportunidad después de la pandemia, dijeron algunos asistentes al concierto a Insider.
Y luego, por supuesto, llegaron The Eras Tour y The Renaissance World Tour.
“Estas giras de conciertos son tan masivas que tienen el peso y el impacto de todo un festival”, dijo Wallace. “Ya sea Beyoncé, Taylor Swift, Harry Styles o quien sea, existe esta atracción magnética que hace que todos salgan de sus hogares. Quieren experimentarlo juntos, y parte de esa experiencia es vestirse bien”.
El impacto de esas boas de plumas, atuendos brillantes y sombreros de vaquero
Las prendas más populares en los conciertos actualmente no son exactamente elementos básicos del guardarropa diario.
“Estamos viendo lentejuelas, boas de plumas hechas de materiales sintéticos y ropa de plástico realmente barata de todo tipo”, dijo Cline.
“Cuando piensas en materiales sintéticos, en particular, las personas compran cosas que son desechables y no biodegradables. Es posible que estas prendas no desaparezcan durante mucho tiempo. Se puede suponer que no se fabricaron con mucho cuidado por el ambiente”.
Por otro lado, Wallace dijo que la cantidad de personas que van a conciertos y compran ropa de un solo uso es igual de alarmante, especialmente cuando se considera lo que sucede con las prendas después.
A principios de agosto, la búsqueda de “Eras Tour outfits Shein” en TikTok arrojó docenas de videos con más de 1,800 millones de visitas colectivas. Mientras tanto, los videos etiquetados como “Eras Tour outfits Amazon” tuvieron más de 2,000 millones de visitas totales.
“¿Existe una necesidad correlativa de dar a estos artículos una segunda o tercera vida?”, dijo Wallace. “Si acabamos de tener un aumento tan grande en la compra de estos artículos, pero luego hay una gran donación de estos artículos, ¿cuál es la próxima audiencia masiva que los está buscando?”
Sin embargo, eso no es culpa del consumidor.
“Creo que realmente habla de la sobreproducción de artículos súper impulsados por tendencias”, dijo Wallace. “Ciertamente ya existen en el mundo”.
Cline también señaló que los conciertos no son el único momento en que las personas compran atuendos de un solo uso. Halloween, las bodas y otros eventos notables han generado atuendos de un solo uso durante décadas.
“La moda de los conciertos es parte del problema, pero es un problema sistémico tan grande”, afirmó. “Una parte de mí quiere decir que la gente necesita ir y divertirse, y realmente necesitamos resolver esto en un nivel superior”.
Los fans de la música toman la sustentabilidad en sus propias manos
Muchos fans parecen haber descubierto cómo lucir a la moda y mantenerse sostenibles mientras asisten a un importante evento cultural.
Brooke Taylor, quien tiene 22 años y asiste a conciertos en San Francisco, quería ser consciente de su billetera y el medio ambiente al elegir su atuendo para The Eras Tour. Es por ello que recurrió a una tienda local de segunda mano, pequeños negocios en Etsy y su propio clóset.
““Tengo botas de vaquero blancas y compré un vestido rosa brillante en Poshmark por 13 dólares, que fue increíble”, dijo. “También tengo una chamarra de mezclilla que pinté yo misma y pegué a mano todas las joyas, lentes de sol que hice y accesorios que compré en Etsy”.
Christina Blake, una joven de 22 años de Fairfax, Virginia, hizo algo similar.
Blake, bailarina competitiva desde hace mucho tiempo, sabía que tenía una reserva de leotardos en sus manos, por lo que recurrió a ellos antes de considerar comprar un nuevo atuendo.
“Siempre me han gustado mucho las artes y las manualidades, y me apasiona mucho la moda sostenible”, dijo a Insider. “Entonces, cuando comenzaron a salir fotos de los atuendos de la gira de Taylor, me enamoré absolutamente del traje azul con flecos de cuentas que usa durante la parte del concierto de ‘Midnights’”.
Blake se puso el objetivo de recrearlo.
“Durante unas dos semanas pasé casi todo mi tiempo libre en mi pequeña área de artes y manualidades, colocando pegamento y pedrería”, contó.
También está Vega, otra Swiftie que estaba ansiosa por crear uno de los looks icónicos de Swift. A diferencia de Blake y Taylor, ella no sabía por dónde empezar.
“Sabía que, como yo, probablemente había muchos Swifties que también vivían en pueblos pequeños, no sabían dónde comprar o no tenían ni idea de qué ponerse. Decidí crear un grupo de Facebook para ayudarlos. Sabía que los Swifties se unirían”, afirmó.
Y eso es exactamente lo que hicieron. Hasta el momento, más de 43,000 personas se han sumado al grupo “Eras Tour Outfits” de Vega.
Allí, comparten ideas de atuendos, revenden su ropa para conciertos e inspiran a otros Swifties a pensar en la sustentabilidad a la hora de preparar sus atuendos para conciertos.
Vega sabe que las opciones de moda tienen un impacto duradero y que los grupos de Facebook como el suyo pueden no ser la solución definitiva para la ropa de un solo uso.
No obstante, lo más importante para ella es que muchos otros fans lo están intentando.
“Es tan fácil comprar un atuendo y olvidarse de él, pero con más de 60,000 fans en cada estadio en 146 conciertos anunciados hasta el momento, sabía que había que hacer una diferencia en alguna parte”, dijo Vega.
“Y qué oportunidad de compartir atuendos que solo has usado una vez para hacer que alguien más esté tan feliz como tú”, finalizó.
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